Con éste paseo y todo el cansancio encima dieron por finalizado éste primer recorrido por Buenos Aires.

Y volvieron al departamento de Laura a descansar y pensar las nuevas aventuras que emprendirían al día siguiente, antes de la partida de Manuelita a Pehuajó, para contarle a Manolo todas éstas historias que había aprendido...
Lo que sucedió al día siguiente es historia de otro costal! ¿pueden imaginarse esas nuevas aventuras?
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